Todos sabemos que la capacidad de aprender reside en el cerebro; Tony Buzan señala que cuando un mensaje, un pensamiento o un recuerdo se va transmitiendo de una célula cerebral a otra, se establece una “senda” bioquímico / electromagnética… denominada rastro mnemotécnico”. La corteza cerebral presenta una serie de habilidades, sin embargo, a medida que el hombre ha evolucionado ha empleado principalmente la escritura, limitando así la imaginación, porque ha dejado a un lado el uso de imágenes y símbolos, lo que ha hecho del proceso de aprendizaje algo aburrido y monótono. El sólo “tomar notas” presenta una serie de desventajas porque las palabras clave aparecen diseminadas en páginas diferentes, esto impide que el cerebro establezca asociaciones.
Todo esto nos lleva a pensar en el uso de otra técnica de aprendizaje que sea creativa y que estimule la memoria y no solo sea para aprobar un examen. Esta es la técnica del mapa mental, un recurso mnemotécnico que se basa en el uso de todas las habilidades del cerebro, “incluyendo las palabras, imágenes, números, lógica, ritmo, color y percepción espacial. Elaborar un mapa mental para aprobar un examen o presentar un proyecto con éxito requiere de entusiasmo y buena disposición, así como poner en práctica todos nuestros sentidos. El mapa mental es una expresión del pensamiento y, por lo tanto, una función natural de la mente humana. Es una poderosa técnica que ofrece una llave para acceder al maravilloso potencial del cerebro.